LEISHMANIASIS (UTA)
LEISHMANIASIS
(Uta)
ETIOLOGÍA:
Las Leishmaniasis son un grupo de enfermedades parasitarias zoonóticas, producidas por diferentes especies de protozoarios hemoflagelados del género Leishmania. La enfermedad es transmitida por insectos dípteros hematófagos, que
corresponden a diferentes especies de flebótomos o
lutzomyias, y el reservorio son animales vertebrados. Estas
enfermedades se caracterizan por comprometer la piel,
mucosas y vísceras, según la especie de leishmania y la respuesta inmune del huésped. Son enfermedades crónicas de
patogenicidad baja y morbilidad relativa.
TRANSMISIÓN:
La leishmaniasis se transmite por la picadura de flebótomos hembra infectados. Su epidemiología depende de las características de la especie del parásito, las características ecológicas locales de los lugares donde se transmite, la exposición previa y actual de la población humana al parásito y las pautas de comportamiento humano. Hay unas 70 especies animales, entre ellas el hombre, que son reservorios naturales de Leishmania.
TIPOS DE LEISHMANIASIS:
Hay tres formas. Cada una afecta a diferentes partes del cuerpo.
- La leishmaniasis visceral (kala-azar) afecta los órganos internos, en particular la médula ósea, los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo. Se produce en la India, en África (en particular, en Sudán), en Asia Central, en la cuenca mediterránea, en América del Sur y Central y, con escasa frecuencia, en China. Los parásitos se diseminan desde la piel a los ganglios linfáticos, al bazo, al hígado y a la médula ósea.
- La leishmaniasis cutánea afecta la piel. Se produce en el sur de Europa, en Asia, en África, en México y en América Central y del Sur. Se han producido brotes de leishmaniasis entre personal militar estadounidense realizando adiestramiento en Panamá o prestando servicio en Irak o Afganistán. En ocasiones, quienes viajan a zonas afectadas desarrollan la enfermedad.
- La leishmaniasis mucosa afecta las membranas mucosas de la nariz y la boca. Esta forma comienza con una llaga en la piel. Se cree que los parásitos se propagan desde la llaga a las membranas mucosas a través de los vasos linfáticos y sanguíneos. Esta forma de leishmaniasis está causada sólo por determinadas especies de protozoos Leishmania.
SÍNTOMAS:
La leishmaniasis visceral provoca síntomas leves, que pueden pasar desapercibidos. El trastorno puede ocurrir repentinamente, pero por lo general progresa gradualmente durante semanas o meses después de la infección. Sufren accesos de fiebre discontinuos. Pueden perder peso, tener diarrea y sentirse cansados. El hígado, el bazo y en algunas ocasiones los ganglios linfáticos aumentan de tamaño. El número de células sanguíneas disminuye, lo que provoca anemia y aumenta la vulnerabilidad de la persona afectada a otras infecciones. Si la leishmaniasis visceral progresa, suele ser mortal a menos que se trate.
Es probable que las personas que responden al tratamiento y las que están infectadas pero no presentan síntomas no los presenten más adelante, a menos que su sistema inmunitario este debilitado (por ejemplo, por el sida o por los fármacos que se utilizan para inhibir el sistema inmunitario, tales como los utilizados para prevenir el rechazo de un órgano trasplantado).
Después del tratamiento de la leishmaniasis visceral, se desarrollan llagas cutáneas en personas que se infectaron en algunas zonas del mundo. Las llagas suelen durar unos pocos meses en personas que se infectaron en el este de África, pero pueden durar años en las que se infectaron en la India. Estas llagas pueden contribuir a la diseminación de la infección.
En la leishmaniasis cutánea, el primer síntoma suele ser un bulto en el lugar de la picadura del flebótomo. Suele aparecer después de varias semanas o meses y contiene parásitos. A medida que la infección se propaga, pueden aparecer más bultos. El bulto inicial poco a poco se agranda y a menudo se convierte en una herida abierta, que supura o forma una costra. Estas úlceras suelen ser indoloras y no causan otros síntomas, a no ser que se desarrolle en ellas una infección bacteriana. Las úlceras suelen curarse por sí solas al cabo de varios meses, pero pueden persistir durante años. Dejan cicatrices permanentes similares a las causadas por quemaduras. En algunas ocasiones, aparecen lesiones cutáneas por todo el cuerpo.
En la leishmaniasis mucosa, los síntomas comienzan con una llaga en la piel que se cura por sí sola. Pueden aparecer llagas en las membranas mucosas en el interior de la nariz, la boca o la garganta, mientras la llaga cutánea está presente o bien meses o años después de que sane. Los primeros síntomas pueden ser obstrucción nasal, secreción nasal o epistaxis (hemorragia nasal). Con el tiempo, estas úlceras pueden provocar una desfiguración grave.
En las personas con sida, la leishmaniasis visceral se repite a menudo, y la leishmaniasis cutánea suele causar llagas por todo el cuerpo.
DIAGNOSTICO:
Los médicos diagnostican la leishmaniasis tomando muestras del tejido infectado. Se pueden llevar a cabo exámenes, cultivos o pruebas moleculares para detectar material genético (ADN) de Leishmania y determinar si las muestras contienen Leishmania.
Los análisis de sangre para detectar anticuerpos contra Leishmania pueden ayudar en ocasiones a los médicos a diagnosticar la leishmaniasis visceral. Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunitario para ayudar a defender al cuerpo de un ataque, incluyendo un ataque parasitario. Sin embargo, los resultados de las pruebas de anticuerpos pueden ser negativos, sobre todo en personas con sida. Los análisis de sangre para la detección de anticuerpos no son eficaces en el diagnóstico de la leishmaniasis cutánea.
PREVENCIÓN:
La profilaxis de la leishmaniasis comienza con la prevención de las picaduras de flebótomo.
Para las personas que viajan o viven en áreas donde la infección es común, los consejos siguientes pueden ser de utilidad:
- Emplear repelentes de insectos que contengan DEET (dietiltoluamida)
- Usar protectores y mosquiteras en la cama, así como ropa tratada con insecticidas como la permetrina o el pyrethrum
- Usar calcetines, camisas de manga larga y pantalones largos, con la camisa metida en el pantalón
- Evitar actividades al aire libre desde el atardecer hasta el amanecer, cuando los flebótomos son más activos
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