LIMA: POTENCIAL MUNDIAL EN TUBERCULOSIS
Cifras alarmantes de la TB en Perú
En 2024, el MINSA reportó 32,950 casos de personas afectadas de tuberculosis. Pero según la OMS, la cifra sería de 59,000. En la actualidad, el Perú es considerado uno de los 30 países con mayor carga de #Tuberculosis Multidrogoresistente en el mundo.
- Lima Metropolitana y Callao notifican un 79% de casos de TB-MDR y un 70% de TB-XDR, lo que los convierte en un área de alta concentración de TB resistente a los medicamentos.
En resumen: Lima es un área de alta prevalencia de TB-XDR en Perú, lo que requiere un enfoque integral para el control de la enfermedad, incluyendo la búsqueda activa de casos, la implementación de esquemas de tratamiento efectivos y la atención a los factores socioeconómicos y culturales que pueden influir en la propagación de la enfermedad.
Grave estadística sería consecuencia del incremento de la pobreza en el país luego de la pandemia por la Covid-19, especialmente en el gobierno de Dina Boluarte.
El 21 de octubre de 2024, cerca del mediodía la joven ilaveña, Rossy Mary Laura Navarro, de 24 años, bachiller en Ingeniería Económica e impulsora de un emprendimiento personal, falleció en la ciudad de Arequipa. Su diagnóstico fue tuberculosis, la cual derivó en una infección generalizada que terminó con su vida. ¡En pleno siglo XXI!
La joven formaba parte de la creciente población afectada por la tuberculosis en el Perú, un país donde, desde la pandemia de 2020, los casos se han disparado a niveles alarmantes ante la indiferencia de las autoridades y la falta de atención por parte del gobierno.
Solo en 2023, se registraron 5,578 fallecimientos a nivel nacional debido a esta enfermedad, lo que equivale a 15 muertes diarias, de acuerdo a lo recogido por Salud con Lupa.
De acuerdo con el Informe Global de Tuberculosis 2024, Perú encabeza la lista de países con mayor incidencia de tuberculosis en el mundo, superando a Haití, Bolivia, El Salvador, Argentina y varios países africanos.
Antonio Quispe, especialista en salud pública, subrayó: “La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su informe anual sobre la tuberculosis, y el panorama es sombrío. Perú, trágicamente, ha pasado a liderar la tasa de incidencia de esta enfermedad a nivel global”.
EN CIFRAS
Para tener una idea más clara: por cada 100,000 habitantes, el Perú tiene 173.2 personas infectadas. Mientras tanto, Haití, un país en situación crítica, tiene una incidencia de 148 casos por cada 100,000 habitantes.
En el Perú anualmente se notifican alrededor de 27 mil casos nuevos de enfermedad activa y 17 mil casos nuevos de tuberculosis pulmonar frotis positivo, siendo uno de los países con mayor cantidad de casos de tuberculosis en América.
Por otro lado, la emergencia de cepas resistentes han complicado las actividades de prevención y control, en los últimos 2 años en el país se han reportado más de 1,500 pacientes con Tuberculosis Multidrogo Resistente (MDR) por año y alrededor de 100 casos de Tuberculosis Extensamente Resistente (XDR) por año. Si Lima fuera un país, concentraría el mayor numero de casos de tuberculosis MDR.
CONJUNCIÓN
El aumento de la tuberculosis en Perú comenzó a hacerse evidente desde el año 2020.
Si se comparan las cifras de pobreza y hambre, se observa una tendencia que coincide con el incremento de esta enfermedad, también conocida como “la enfermedad de la pobreza”.
Los últimos informes señalan que la capital y las grandes ciudades se han convertido en nuevos focos de pobreza, siendo Lima y Callao donde incide el 56 % de los casos de tuberculosis a nivel nacional.
Antes de 2020, la tasa de contagios no superaba los 160 casos por cada 100,000 habitantes, pero desde entonces la cifra ha escalado, alcanzando 173 casos en 2023.
Parece que la TBC se ha incrementado como consecuencia del aumento de la pobreza en el país. En el Gobierno de Dina Boluarte desde el 2022, la pobreza alcanza casi 10 millones de personas.
Un informe de FAO ubica al Perú con mayor inseguridad alimentaria de la región, lo cual afecta al 51,7 % del total de la población, es decir, 17,6 millones de personas.
Grandes bolsones de pobreza que rodean las ciudades, en las que se carece de lo básico como agua potable y luz eléctrica, y en las que las familias viven en hacinamiento, permiten la propagación de la enfermedad que, si no existen medidas de higiene, puede ser muy contagiosa.
EL SUR
En el sur la situación es aún más grave.
Tacna registra una incidencia de 478 casos por cada 100,000 habitantes, mientras que Arequipa alcanza 812 casos, aunque esta última tiene una población considerablemente mayor. En Puno, la tasa es de 395 casos, en Cusco, 478, y en Madre de Dios, 349.
Cabe destacar que, debido a la menor densidad poblacional de Madre de Dios, el impacto es mucho más severo en comparación con Puno y Cusco.
La tuberculosis es una enfermedad de tratamiento sumamente largo, pero curable si es que junto a los fármacos hay una buena alimentación.
Lo que mata la tuberculosis es un tratamiento inadecuado y en mayor cantidad la falta de diagnóstico.
PROCESO
La pérdida en la capacidad de identificación, seguimiento y tratamiento en el país fue causada, principalmente por la pandemia.
Pero persisten otros factores que contribuyen al retraso en la atención de los pacientes, como la utilización de un esquema de medicamentos desactualizados y el escaso equipamiento para la detección radiográfica.
El Observatorio Social de Tuberculosis del Perú, integrado por 21 organizaciones de la sociedad civil, viene exigiendo desde julio de 2022, la actualización de la Norma Técnica para el cuidado integral de la persona afectada de tuberculosis, familia y comunidad, ya que la anterior cumplió 10 años de vigencia en 2023.
Las organizaciones demandan que la actualización recoja los cambios dispuestos por la OMS en sus cuatro tomos de directrices unificadas sobre la tuberculosis, publicadas a partir del 2020. Todo para prevenir casos como el de Rossy Mary.
CIFRA
56 % De todos los casos se concentran en Lima y Callao, justamente donde la pobreza y el hambre se han incrementado a niveles de catástrofe.
DATO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cerca de 44.000 personas tienen tuberculosis en el Perú. Sin embargo, hasta el 2022, solo se identificó al 60 % de este grupo, por lo que hay gente que la padece sin saberlo.
ALGO +
La tuberculosis es una enfermedad bacteriana que afecta los pulmones y otras partes del cuerpo. Si una persona tose por más de 15 días con flema, se le recomienda hacerse un descarte de infección para recibir tratamiento oportuno.
Fuente:https://losandes.com.pe/peru-es-primero-en-el-mundo-en-casos-de-tbc/
MALA GESTION DESDE LOS AÑOS 90S (GOBIERNO FUJIMORISTA)
Hasta la fecha, no hay estadísticas oficiales sobre la situación de la tuberculosis multirresistente (MDR) o la tuberculosis (TB) ampliamente resistente a los medicamentos (XDR) en el Perú. Toda la información sobre esta enfermedad solo está disponible en presentaciones en power point de representantes del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis (PNCT) realizadas en reuniones o congresos científicos o la información que proviene de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La tasa de éxito del tratamiento para la TB MDR en Perú es de solo del 54,3%. Los expertos han declarado que, si un esquema solo cura entre el 50 y el 60% de los casos, la enfermedad nunca será controlada. Además, la tasa de abandono del tratamiento para la TB MDR es tan alta como 33% en Perú; es decir, 1 de cada 3 pacientes interrumpe el tratamiento. Por otro lado, el tratamiento de la TB MDR en el Perú no ha cambiado desde el año 2006 y no se ha ajustado a las recomendaciones de la OMS para tratar a la TB resistente que se han venido actualizando entre el 2018 y el 2019. El esquema de tratamiento para la TB MDR en Perú se compone de: un solo medicamento del grupo A: levofloxacina; Un solo fármaco del grupo B: cicloserina; y 3 medicamentos del grupo C: etambutol, pirazinamida y etionamida, así como un inyectable que ya no debe usarse según las recomendaciones de la OMS del 2018: kanamicina. Este esquema de tratamiento no cumple con alguna de las recomendaciones actuales de la OMS 2018-2019 para el tratamiento de la tuberculosis: la tasa de éxito es muy baja, la tasa de abandono sumamente elevada, los medicamentos son tóxicos y muy débiles .
Perú tuvo el mayor número de casos de TB MDR: 1 679 casos y XDR: 98 casos de las Américas en el año 2018. Los responsables del PNCT han inventado una forma de tratar a los pacientes con TB XDR que no existe en ningún otro país, utilizando "núcleos" diferenciados de medicamentos. Este “núcleo” pueden ser: 1) un "núcleo oral" compuesto por: linezolid (un medicamento del grupo A, bedaquilina o delamanid (aunque bedaquilina es un medicamento que pertenece al grupo A y delamanid un medicamento que pertenece al grupo C, las consideran como semejantes o comparables) y clofazimina (un medicamento del grupo B). Eso está incompleto y se administra a pacientes estables y alcanzando un éxito del 78%, que podría considerarse aceptable pero que podría mejorar aún más. 2) un "núcleo endovenoso" compuesto por: imipenem (un medicamento del grupo C que actualmente no se recomienda), linezolid (un medicamento del grupo A) y tioridazina (no tiene grupo, pero podría considerarse un medicamento del grupo B junto a la clofazimina). Este segundo “núcleo endovenoso” es más débil y logra sólo un éxito del 68% y además se administra a pacientes con enfermedad pulmonar más severa o con comorbilidades, presentando una mortalidad más alta que el "núcleo oral".
¿Cómo se maneja a los pacientes con TB MDR / RR / pre-XDR / XDR en otros países que basan sus recomendaciones en evidencia científica (Figura 2)?: se busca que elegir a los 3 medicamentos del grupo A más potentes y los dos medicamentos del grupo B para incluir en el esquema de tratamiento al menos 4 medicamentos efectivos, evitando usar medicamentos del grupo C (los más débiles y potencialmente más tóxicos) (5,8). ¿Por qué esto no es posible en Perú si el programa de control de la tuberculosis tiene un presupuesto anual de 131 millones de dólares que puede cubrir el costo de los mejores medicamentos, incluidas las pruebas complementarias?
El "futuro" del tratamiento MDR / XDR: en varios países y según las recomendaciones de la OMS el esquema de tratamiento actual para la TB XDR puede reducirse a sólo 3 medicamentos aprobados en junio de 2019: pretomanid, linezolid y bedaquilina, con una tasa de curación de 90 % y que no implica inyectables. Siendo el Perú el país con más casos de TB MDR/XDR anuales en las américas debería enfocar sus esfuerzos en el mejor esquema de tratamiento: el que sea basado en la evidencia y recomendaciones internacionales, el que tenga una tasa de éxito alta con el menor número de fallecidos y abandonos, que como hemos mencionado no es ninguno de los esquemas que los afectados por TB en el Perú reciben actualmente.
Después de supervisar 72 centros de salud en todo el país, la Defensoría del Pueblo detectó falta de personal y de reactivos en los laboratorios para la detección de la tuberculosis, según reporte fechado el 19 de febrero.
De acuerdo con los resultados, se detectó que en el 57% de los establecimientos no cuenta con la cantidad de trabajadores necesarios, en el 33% no existían ambientes diseñados para los pacientes, el 22% carecía de reactivos en los laboratorios y en el 11% de los locales se comprobó desabastecimiento de los fármacos para tratar la TBC, una enfermedad frecuente en sectores de bajos ingresos.
Los hallazgos de la Defensoría del Pueblo son relevantes si se compara la situación de la tuberculosis en el Perú frente al resto de naciones de América: nuestro país se ubica segundo en la tasa más alta de TBC sensible y en primer lugar en el índice de las formas más letales de la enfermedad: TBC multirresistente (TB-MDR) y TBC extremadamente resistente (TB-XDR).
¿Cómo llegó el Perú a ubicarse entre los 30 países del mundo con más casos de TB-MDR? Wayka revisó informes que describen las acciones que se tomaron desde el Ministerio de Salud en los años 90 y consultó con especialistas dedicados por más de 20 años a estudiar y combatir la tuberculosis, y determinó que la primera epidemia de TB-MDR se desató durante el periodo de Alberto Fujimori.
Hasta antes del régimen fujimorista, la tuberculosis no era una epidemia.
En efecto, en 1985 se detectaron apenas 60 personas con TB-MDR y 59 en 1990, según datos del estudio “Resistencia inicial del M. tuberculosis a las drogas antituberculosis”, de los médicos especialistas en TBC y enfermedades infecciosas Luis Asencios, Hernán Sanabria, Susana Díaz y Neyda Quispe.
Los primeros casos de tuberculosis resistente (TB-MDR) aparecieron porque los pacientes de TB sensible recibían tratamientos autoadministrados; es decir, se les entregaba el paquete de pastillas sin supervisión ni control.
Coincidentemente, el índice de tratamientos abandonados e interrumpidos en TB sensible llegó hasta el 41% en 1980 y 34% en 1981.
“Es posible que en dicho periodo aparecieran los primeros casos de TB-MDR, en forma de recaídas, abandonos recuperados y fracasos al tratamiento”, explicó el neumólogo del Hospital Dos de Mayo, Oswaldo Jave, exdirector de la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de Tuberculosis. Jave ha cumplido 26 años investigando los inicios de la enfermedad en el país.
Sin embargo, la situación de la tuberculosis en el país comenzó a tornarse grave cuando el PNCT -actualmente llamada Dirección de Prevención y Control de Tuberculosis- fue asumida por Pedro Guillermo Suárez, quien se mantuvo en el cargo durante toda la década del régimen fujimorista.
El costo de los errores
En 1991, el PNCT cometió los primeros errores: habilitó en todo el país un modelo de terapia denominado “Esquema Único”. Para Oswaldo Jave, el tratamiento era eficaz solo para pacientes de TB sensible, y era contraproducente aplicarlo sin diagnóstico previo.
“En esa época no detectábamos tuberculosis resistente, entonces cuando a los pacientes de TB-MDR les dabas ese esquema, resultaba insuficiente y produjeron fracasos, recaídas y muertes”, precisó el médico Jave a Wayka.
En 1994, el estudio “Resistencia primaria del Mycobacterium tuberculosis a los medicamentos antituberculosis en el Perú” reveló la ineficacia de dos medicamentos del ‘Esquema Único’ en los últimos dos años: el 0,8% no obtuvo mejoras con la rifampicina ni el 5,5% con la isoniacida.
En 1996, el PNCT emitió la resolución N°006-96-PCT que dispuso tratar a los pacientes que fallaban con el ‘Esquema Único’ con un nuevo tratamiento: el “Esquema 2”, que solo consistía en las 4 mismas drogas del Esquema Único, complementada con la estreptomicina.
La medida que tomó el exdirector de Prevención y Control de Tuberculosis, Pedro Guillermo Suárez, no hizo más que agravar la situación.
“Como empezaba a fracasar el ‘Esquema Único’, porque ya había resistencia, lo que hicieron fue agregarle a ese mismo esquema una quinta droga, y lo llamaron ‘Esquema 2’. Era un engañamuchachos”, cuestionó el neumólogo Hernán del Castillo, quien atendió a pacientes de tuberculosis en el Hospital del Niño de Breña por más de 20 años.
El especialista Jave tuvo acceso en 1996 acceso a un informe que reportó que el 30% de pacientes tratados con el “Esquema 2” ya habían fracasado, pero el PNCT anuló el documento y elaboró otro que informó sobre únicamente 4,5% de fracasos, cifra que fue cuestionada por expertos en TBC de la Sociedad Peruana de Neumología (SPN).
En paralelo, reportes de la Dirección de Salud de Lima y estudios efectuados por el neumólogo Juan Carlos Saravia -actual director del cuerpo médico de la Red de Salud Túpac Amaru- en hospitales de Comas, Independencia y Carabayllo, mostraron que los fracasos aumentaron hasta un 70% y las muertes en un 10%. Por su parte, el Instituto Nacional de Salud reportó los primeros casos de pacientes inmunes a los 5 fármacos del “Esquema 2”.
En septiembre de ese año, la resolución N°017 -96-PCT aprobada por Suárez virtualmente dejó el camino libre a la epidemia: se prohibieron las pruebas para detectar la TBC hasta el año 2000. Una decisión inaudita en un país que ya tenía el escenario listo para contagiarse en masa hasta volverse una enfermedad social.
“Los pacientes tenían que ver de forma clandestina de hacerse las pruebas”, recuerda Jave. Y es que por esos años, según los neumólogos activos de dicha periodo consultados, la única forma que tenía una persona para saber si estaba contagio de TBC, era por intermedio de la ONG Socios en Salud, que enviaba las pruebas de esputo a un laboratorio de la ciudad de Boston, en Estados Unidos.
La prohibición de pruebas aprobada por Pedro Guillermo Suárez se apoyaba en la opinión de la OMS. El entonces director mundial del Programa de TBC de la OMS, Aratha Koshi, decía que las pruebas para detectar TBC eran tardías, costosas y poco confiables.
Sin embargo, en 1997, el mismo Arata Kochi admitió que fue una negligencia no haber recomendado los exámenes de TBC.
Frente a esto, recién en 2001, tras la caída del régimen fujimorista y la salida de Suárez del PNCT, se levantó la prohibición a las pruebas manteniendo algunas restricciones, como la autorización escrita de un neumólogo. Solo ese año se reportaron 33 mil 88 pacientes de tuberculosis.
Fue en 2005 donde se levantaron todas las restricciones para que cualquier ciudadano acceda a la prueba. Ese mismo año los exámenes de sensibilidad aumentaron en un 44% y hasta en más de 500% en 2011, y se llegaron a diagnosticar un total de 35 mil 541 casos de TBC en sus diferentes tipos.
Negligencia mortal
Increíblemente, pese a la evidencia médica que mostraba la llegada inminente de una epidemia a escala nacional, el director del PNCT, Pedro Guillermo Suárez, sostenía que la tuberculosis estaba siendo controlada con resultados positivos.
Así lo demuestran los informes anuales que elaboró en esos años el Programa Nacional de Control de la Tuberculosis que dirigía Suárez, quien estuvo en el puesto desde el inicio hasta el final del régimen fujimorista.
“El Control de la Tuberculosis en el Perú ha mostrado importantes avances, los mayores históricamente observados en el país en este campo, y que ha merecido un explícito reconocimiento a nivel mundial”, sostuvo Suárez en el informe anual del PNCT de 1996.
Efectivamente, para la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, el trabajo realizado por Suárez era un “modelo” a seguir. Es más, en abril de 1997, la Association for World Health y la OPS premiaron al Ministerio de Salud.
En la ceremonia de esa premiación, el director adjunto de la OPS, Brandling Bennet, declaró: “Consideramos que el premio otorgado, significa un justo reconocimiento al esfuerzo realizado y a los avances logrados en el Control de la Tuberculosis en el Perú, por lo cual hacemos llegar nuestras felicitaciones a todos los trabajadores de la salud”.
Sin embargo, en el 2000, los mismos funcionarios del PNCT reconocieron que el “Esquema Dos” generó fracasos y muertes en pacientes de TBC y se prohibió hasta la fecha. En enero de 2002, según documenta el estudio ‘La tuberculosis en la historia de la salud pública peruana: 1821-2011’, las nuevas autoridades del PNCT reconocieron la existencia de una epidemia de TB-MDR en el país.
Wayka intentó contactarse con Guillermo Suárez, quien actualmente vive en Estados Unidos y es consultor en la fundación dedicada a la salud pública, Managment Sciences for Health, pero hasta el cierre de este reportaje no hemos obtenido respuesta sobre las decisiones y acciones de su gestión.
Fuente:
https://wayka.pe/gobierno-de-alberto-fujimori-desato-primera-epidemia-de-tuberculosis-en-el-pais/
EL TRIANGULO DE LA TUBERCULOSIS PULMONAR
LIMA - PERU
El "triángulo de la tuberculosis" en Lima refiere a la alta concentración de casos de TB en la zona metropolitana (Cerro San Cosme, Cerro El Trébol y Cerro El Agustino ) y en la región de Callao. Estos lugares representan el 55.6% de los casos de TB a nivel nacional, así como el 77% de los casos de TB-MDR (tuberculosis resistente a múltiples fármacos) y el 100% de los casos de TB-XDR (tuberculosis extensamente resistente a fármacos).
En Lima se concentra más del 60% de la población infectada con tuberculosis simple y el 88% con TB-XDR, su variante extremadamente resistente.
El principal foco infeccioso de la enfermedad en la capital peruana es el Cerro San Cosme, en el distrito de La Victoria, donde hay unos 350 casos. La cifra es el resultado de la suma de dos peligrosos componentes: la pobreza extrema y el hacinamiento.
En viviendas de la zona hay familias numerosas que comparten espacios de apenas cinco metros cuadrados, madres solteras que deben dejan de comer para poder alimentar a sus hijos, y jóvenes que terminan cayendo en las drogas a falta de oportunidades.
Aunque la TB es una enfermedad curable, son muchos los pacientes que abandonan el tratamiento por una serie de razones, desde la falta de apoyo familiar y temas de adicción hasta los efectos adversos de los fármacos o el desabastecimiento de medicamentos e insumos de laboratorio.
Por estos días, los pacientes del San Cosme han empezado a recibir del Estado medicinas para que no interrumpan el tratamiento. El problema -o lo que podría serlo- es que la cuarentena mantiene en en encierro a familias enteras, expuestas a una u otra enfermedad.
J.C. (19), paciente con tuberculosis, en el cuarto que comparte con sus dos hermanos. Debido a la enfermedad, y para seguir su tratamiento, tuvo que abandonar el colegio. El mayor temor de J.C., sin embargo, era sentir la discriminación de sus compañeros de estudios. Cerro San Cosme, 19 de enero de 2019.
J.M. carga a su hijo mientras sus tres hermanos la observan. Ella padeció tuberculosis hace dos años y se recuperó hace poco. Su hermano menor, R.M., murió el año pasado a causa de la tuberculosis multidrogorresistente (TB-MDR). Cerro San Cosme, 1 de marzo del 2018.
R.R. (21), paciente con tuberculosis multidrogorresistente (TB-MDR), sentado en el pasadizo del lugar donde vive. En septiembre del 2019 le detectaron la enfermedad y desde noviembre del mismo año empezó su tratamiento por nueve meses. Toma 13 pastillas cada día. Vive junto con su madre y hermanas en una habitación prefabricada de madera, en un edificio de cuatro pisos habitado por más de 30 familias. Cerro San Cosme, 6 de marzo del 2020.
A.F (08), acostada en un colchón viejo en la azotea del edificio donde vive. Ella estuvo enferma de tuberculosis, pero se recuperó hace algunos meses. La enfermedad no distingue edad. Cerro San Cosme, 20 de febrero del 2020.
K.C. (23), paciente con tuberculosis multidrogorresistente (TB-MDR), parada en la azotea del edificio donde vive. Cerro San Cosme, 6 de marzo del 2020.
Flores sobre la mesa del cuarto de un paciente con tuberculosis MDR y VIH. Muchas de las personas que padecen esta última enfermedad, al tener dañado su sistema inmunológico, son propensas a contraer TB. Cerro San Cosme, 20 de febrero del 2017.
L.E. (29) abraza a su hija en la habitación que alquila en San Cosme. El 17 de noviembre del 2019 le diagnosticaron tuberculosis simple, cuyo tratamiento dura seis meses. Ella no sabe dónde ni cómo se contagió. La enfermedad es invisible y muchos pacientes no saben que están enfermos hasta que la afección está avanzada. Cerro San Cosme, 21 de diciembre del 2019.
J.C (27) se contagió de tuberculosis en el penal en el que estuvo recluido cinco años. Tras salir en libertad decidió no continuar con el tratamiento porque pensó que ya estaba curado, a pesar de que se sentía débil y sin apetito. El abandono del tratamiento es una de las principales causas de muerte por esta enfermedad. Cerro San Cosme, 19 de enero del 2019.
Paciente de tuberculosis a la espera ser atendida por una de las enfermeras en el puesto de salud de San Cosme. A este lugar acude la mayoría de pacientes de la zona para que le suministren las pastillas que cada cual tomará durante el día. A pesar de estar ubicada en el lugar con mayor concentración de enfermos de TB de Lima, la posta no ha sido mejorada en los últimos diez años. San Cosme, 6 de marzo del 2020.
I.D. (42) tendido en su cama. Tiene problemas para caminar debido a la tuberculosis. Su medio hermano, Lucas (56), le ayuda con el pago del alquiler de la habitación y su alimentación. Él trabaja vendiendo helados y lo poco que gana lo comparte, pero no le alcanza para los dos. Cerro San Cosme, febrero del 2017.
E.F. (18), paciente de tuberculosis, parado en la entrada del edificio donde vive. El 26 de noviembre del 2019 le diagnosticaron la enfermedad en el hospital de Bravo Chico, de El Agustino. E.F. vive junto a su madre, su hermana y sus dos sobrinos en un pequeño cuarto. Su sueldo apenas le alcanza para pagar el alquiler y alimentar a su familia, motivo por el cual muchas veces él deja de comer. Cerro San Cosme, 21 de diciembre del 2019.
M.C. (49) carga a su hijo, quien padece de retardo severo desde el nacimiento. El 10 de septiembre del 2019 le diagnosticaron tuberculosis multidrogorresistente (TB-MDR), cuyo tratamiento dura dos años. Su otro hijo, de 18 años, también tiene la enfermedad y está en tratamiento desde junio del 2019. Ella es madre soltera y trabaja como recicladora para alimentar y pagar el espacio que alquilan, donde vive junto a sus cinco hijos. Cerro San Cosme, 21 de diciembre del 2019.
El penal San Pedro (ex Lurigancho) fue construido para albergar a 2.500 presos, pero en la actualidad ya cuenta con más de 9.000 en sus instalaciones. Aquellos que tienen tuberculosis (TBC) se encuentran aislados en el Pabellón 17, en cuyo segundo nivel reposan los enfermos con tuberculosis multidrogorresistente (TB-MDR), aquella variedad que no responde al tratamiento con medicinas convencionales. Penal San Pedro, Lima, Perú. 07 de febrero de 2013.
Según el Informe Global sobre Tuberculosis 2016 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Perú registró 1261 casos de la variante MDR, frente a los 759 de Brasil, los 44 de Bolivia y los 81 de Haití. En la imagen, pacientes con tuberculosis multidrogorresistente (TB-MDR) del penal San Pedro (ex Lurigancho) esperan ser atendidos en el laboratorio de rayos X, instalado dentro de la prisión, para realizarse una radiografía. Penal San Pedro, Lima, Perú. 04 de febrero de 2013.
Perú es el segundo país de América Latina en números de casos de esta enfermedad infecciosa después de Brasil, a pesar de que su población (31 millones) en más de seis veces inferior (207 millones). En la imagen un paciente con tuberculosis del penal San Pedro (ex Lurigancho) se hace una radiografía a los pulmones para ver el estado de su enfermedad. Penal San Pedro, Lima, Perú. 07 de febrero de 2013.
Detalle de una radiografía de los pulmones de uno de los pacientes del penal San Pedro (ex Lurigancho) a quien se le diagnosticó tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR). Penal San Pedro, Lima, Perú. 07 de febrero de 2013.
Muchos de los pacientes de tuberculosis dejan el tratamiento debido a su adicción a las drogas y a la falta de interés para recuperarse. En la imagen W.P (31 años), paciente con tuberculosis multidrogoresistente - (TB - MDR) y VIH, internado y aislado en la clínica del penal San Pedro (ex Lurigancho) por la gravedad de su enfermedad. Penal San Pedro, Lima, Perú. 07 de febrero de 2013.
Paciente con tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR) del penal San Pedro (ex Lurigancho) se cubre con una manta para protegerse de los escalofríos que le genera la enfermedad. Penal San Pedro, Lima, Perú. 15 de febrero de 2013.
El cerro El Pino y el cerro San Cosme, en el limeño distrito de La Victoria, son los puntos en los que se registra la mayor cantidad de contagiados con la tuberculosis MDR y tuberculosis XDR en la capital de Perú, debido a la situación de hacinamiento y pobreza en la que viven sus pobladores. En la imagen vista panorámica del cerro El Pino. 27 de julio de 2013.
La tuberculosis sigue siendo invisible para una amplia parte de la población. Quizás porque solo afecta a los sectores con menos recursos económicos. En la imagen, Hugo Garay, paciente con tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR), ve llorar a su madre, quien también tuvo la enfermedad. Garay vive con ella en un pequeño cuarto alquilado ubicado en el distrito de San Martín de Porres, en Lima. Debido a la pobreza en la que viven, no pueden mudarse a otro lugar más amplio donde él pueda curarse y evitar que su madre vuelva a contraer la enfermedad. San Martin de Porres, Lima, Perú. 16 de febrero de 2014.
La resección quirúrgica del tejido pulmonar afectado, junto con el tratamiento médico adecuado, puede proporcionar la curación en algunos pacientes con tuberculosis pulmonar multirresistente. En la imagen, paciente con tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR) del distrito de Ventanilla, en Callao, después de la operación de los pulmones que le salvó la vida. Ventanilla, Callao, Perú. 17 de agosto de 2010.
La tuberculosis se transmite de forma similar que un resfriado o una gripe, y puede llegar a contaminar más del 80% de los pulmones. En la imagen, Ricardo Mendoza (19 años), paciente con tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR) del cerro San Cosme. Enfermó de tuberculosis en 2013, se recuperó, pero hace seis meses volvió a recaer y se le diagnosticó la enfermedad en una segunda fase: MDR. Ricardo falleció el 4 de marzo de 2017. Cerro San Cosme, Lima, Perú. 12 de febrero de 2017.
Prácticamente el total de los enfermos tuberculosos pueden curarse a condición de que los medicamentos se suministren y se tomen correctamente. El tratamiento dura de seis meses a dos años. En la imagen, un paciente sostiene las pastillas que debe tomar para curarse. San Martin de Porres, Lima, Perú. 27 de agosto de 2010.
La tuberculosis puede contagiarse durante el período perinatal y alrededor del 50% de los hijos de madres con tuberculosis pulmonar activa presentan la enfermedad durante el primer año de vida. En la imagen, Yoselin Chávez (16 años), paciente con tuberculosis multidrogoresistente XDR, es ayudada por su madre para que tome las pastillas. Yoselin dio a luz una noche antes de que la foto fuera tomada en el Hospital Bravo Chico del distrito de El Agustino, en Lima. Su hija fue separada de ella para que no se contagiara. Perú. 08 de abril de 2014.
En algunas barriadas de Lima, los vecinos se capacitan y atienden a los pacientes de tuberculosis en sus hogares, asegurándose de que tomen su medicina diariamente. En la imagen Magali y Rosa, voluntarias de salud, se alistan para visitar a un paciente con tuberculosis XDR en San Juan de Lurigancho. Debido al alto riesgo de contagio ambas usan ropa de protección. San Juan de Lurigancho, Lima, Perú. 02 de marzo de 2014.
La falta de conocimiento sobre la tuberculosis, su forma de contagio, la existencia de un tratamiento y las medidas preventivas, se generan prejuicios que conllevan al rechazo de la personas que se encuentran en tratamiento contra esta enfermedad. En la imagen Hugo Garay, paciente con tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR), parado en el pasadizo de la calle del distrito de San Martín de Porres, en Lima, donde vive. Garay no suele salir mucho de su casa debido a que sus vecinos le marginan por su enfermedad. San Martín de Porres, Lima, Perú. 26 de febrero de 2014.
Con el tratamiento adecuado la gran mayoría de los enfermos de tuberculosis se cura, siempre y cuando los medicamentos se suministren y se tomen correctamente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 2000 se han salvado en todo el planeta más de 49 millones de vidas gracias al diagnóstico y el tratamiento efectivos. En la imagen Yoselin Chávez, paciente con tuberculosis multidrogoresistente XDR del distrito de San Juan de Lurigancho, en Lima, celebra su cumpleaños 17 junto a su familia. Ella se recuperó al 100% de la enfermedad después de casi dos años de lucha. San Juan de Lurigancho, Lima, Perú. 18 de mayo de 2014.
Existen ocasiones, sin embargo, en las que la enfermedad también gana la batalla. Aproximadamente un tercio de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis y aunque solo un 10% corre el riesgo de enfermar, las personas con sistemas inmunitarios debilitados –como ocurre en casos de infección por VIH, malnutrición o diabetes- se enfrentan a un riesgo mucho mayor de hacerlo. Tan solo en 2015, según la OMS, la enfermedad mató a 1,8 millones de personas en todo el mundo. En la imagen, Evila llora la muerte de su hija Tamara (30), quien falleció el 11 de enero de 2017 como consecuencia de la tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR) y el VIH que padecía. Lima, Perú. 14 de enero de 2017.
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